jueves, 12 de agosto de 2010

Los Locos

Odio a los pinches locos. Y saben por que los odio tanto? Por que son impredecibles!!

Pueden parecer personas normales, puede que cuando los veas por primera vez parezcan personas comunes y corrientes, pero detrás de esa pantalla de supuesta cordura esta un maniaco que vive en una dimensión alterna a la que yo conozco… y en esa dimensión todo puede ocurrir, supongamos que de repente se le ocurra que su voz puede hacer que las personas se desmayen y se ponga a gritar pendejada y media, o que piense que es invisible y se quite toda su ropa justo antes de subirse al camión para ahorrarse el pasaje. ¡No mames! Uno nunca sabe que se les vaya a ocurrir!

Por ejemplo, el día de hoy fui a dejar mi bicicleta a su servicio de los 15,000 kilómetros, y para llegar a la farmacia del Doctor Simi en donde atiendo de 10 am a 2pm tuve que tomar el transporte publico. Así pues, procedí a caminar para tomar un camión que posteriormente me llevaría a una estación del metro… antes de subirme al camión paso corriendo junto a mi una señora con un anafre, esto no tendría mucho de raro, claro, excepto el hecho de que el anafre iba prendido!! Jajaja, que cagado ver a esta señora mal vestida, como de cuarenta años, completamente despeinada y cargando un anafre que iba echando humo. A lo mejor creyó que era un tren o una madre así, por que iba echa la madre, esto es una de las cosas que también me sorprende, parece que la locura da una especie de superpoderes, los locos son mas fuertes y rápidos que el promedio de las personas “cuerdas”.

Esta vieja loca con complejo de tren, es uno de los locos a primera vista, o sea que los ves e inmediatamente sabes que algo no funciona bien en su cabeza, son el tipo de locos que están gritando en una esquina que el mundo se va a acabar, o que están pegándose repetidamente en la cabeza con una botella de cerveza vacía mientras te miran amenazadoramente…

Pero los peores tipos de locos, son los que parecen normales durante un buen rato hasta que de pronto algo les tuerce la canica. Permítanme contarles como después de ver a la loca del anafre encontré a uno de estos locos “normales”.

Una vez que entre al metro tome asiento y frente a mi se sentó un wey de aspecto ordinario, gordito, pantalón de mezclilla, mochila, tenis, daba toda la pinta de ser uno de esos instaladores de Sky. El vagón iba medio vacío, nadie iba parado y había varios asientos vacíos. Todo iba normal, paso una estación sin dar signos de ninguna locura, pero al llegar a la siguiente estación de metro se le empezó a barrer la canica bien gacho. Primero empezó a comportarse nervioso, volteaba a ver para todos lados y como que buscaba algo con la mirada alrededor del vagón. Esto en si no es raro, considerando que el metro de la Ciudad de México tiene personajes de lo mas bizarro, pistoleros, asesinos, rateros, travestís, estudiantes de filosofía, polis, etc. Así que no despertó en mi ninguna suspicacia que el tipo este se estuviera comportando así, probablemente se le había caído algo y lo estaba buscando.

Pero después comenzó a dar muestras de clara locura, empezó a hablar solo, puras incoherencias en realidad, cosas de dios, del clima, de futbol, algo mas o menos por el estilo:

-No Dios no lo hubiera hecho… además que importa que el no sepa español?? El entiende todos los idiomas… y ayer hacia mucho frío, pero de todos modos estaba adentro… por eso fallo el gol…

Parecía como si estuviera llevando una conversación real con otra persona, solo que estaba solo y de repente cambiaba abruptamente de tema, hasta aquí yo iba muy entretenido con este pinche loco, no parecía agresivo ni nada, solamente era estupido y gordo. Además había algo muy cagado en su forma de hablar, de repente se le escuchaba un acento como norteño y de repente hablaba como costeño, y luego hablaba en lo que yo supongo el creía un tono formal… en fin, iba a toda madre escuchando y viendo a este gordito mientras se adentraba en sus propias fantasías… ahhh, pero esto no duro mucho tiempo, al poco rato su locura cambio.

De repente parece que descubrió lo que buscaba, se fue hasta el fondo del vagón (siempre balbuceando pendejada y media), y comenzó a recorrer todo el vagón buscando debajo de los pies de los pasajeros, parece que creía que esto iba a sorprender a los usuarios del “gusanito naranja”, pero cualquiera que se haya subido al metro en el DF sabe que los chilangos están súper curtidos en ver este tipo de idioteces de loquitos, tendría que pasar algo súper espectacular para sorprender a los usuarios del metro acostumbrados a ver a “ciegos” que cuentan sus terribles historias, niños indígenas que te quieren bolear los tenis con sus manos (inocentes, todos sabemos que la mejor forma de bolear unos tenis es con las plantas de los pies), jóvenes drogadictos que se avientan sobre vidrios rotos, transexuales que quieren que les ayudes con su operación de cambio de sexo, etc. Obviamente un pinche loco gordito no iba a impresionar a esta exigente audiencia, así que el loco decidió subir un poquito el nivel de su locura, y mientras seguía balbuceando y buscando comenzó a correr de un lado a otro del vagón, pero sin embargo aun no era suficiente, la verdad la mayoría de los pasajeros ni siquiera lo volteaba a ver castigando al gordi-loco con el cruel látigo de su desprecio.

Yo me lo estaba pasando increíble viendo a este gordito corriendo por el vagón buscando la atención de todos los pasajeros, y me divertía sobremanera ver como se iba desesperando ante la parsimonia de su audiencia.

Pero este loco era persistente, todavía tenia trucos ocultos, su as bajo la manga era hablar de política, jajaja, aquí fue lo mas cagado, por que estaba lanzando pestes contra presidentes de antaño, desde De la Madrid hasta Fox, decía cada cosa que de haberlo querido habría sido un gran cómico, por ejemplo:

-Salinas se cree un chingon!!! Cree que el ejercito lo va a salvar, pero no sabe que Chiapas esta juntando armas… Y si cree que me voy a quedar callado no me conoce, el cree que poniendo fente (así dijo, creo que quería decir gente) a seguirme van a dar con el Coronel (probablemente se refería al sub-comandante), pero yo soy mas chingon, Fox no sabe ni madres de quien soy…

Jajaja, la neta su discurso estaba rifado, y le añadía color que seguía moviéndose de un lado a otro del vagón, solo que hora ya no corría, mas bien caminaba y jadeaba, me imagino que se había cansado de andar corriendo por el vagón…

Para este punto ya habíamos recorrido varias estaciones y se habían subido y bajado algunas personas, dentro de las que se treparon al metro estaba una señora con su hijo como de 6 años, un mocoso que dada su inexperiencia en este tipo de situaciones comenzó a asustarse, y el gordi-loco al ver que tenia una victima impresionable comenzó a gritar mas cerca del chamaquito. Con lo que no contaba el loco es que en chilangolandia la gente no se anda con mamadas, al ver que el loco ya no estaba dando gracia y empezaba a molestar a los pasajeros, un viejito con cara de enojon, de aproximadamente 60 años, con pinta de albañil y todavía bastante correoso decidió que era hora de intervenir y ocurrió como a continuación se describe:

Viejito: Ya estuvo cabron, hazte para allá y deja de andar diciendo estupideces.

Loco: Tu no sabes quien soy, yo trabaje para de la Madrid y ya se que me quiere echar a sus perros,

Viejito: Esta bien cabron, pero hazte para allá antes de que te ponga en tu madre…

Loco: (mientras bajaba un poco la voz y retrocedía) ¿Y que? Crees que me asustas, yo conozco al presidente, el me mando seguir para atacarme, pero somos conocidos…

Viejito: (mientras se levantaba) Mira ojete, a mi me vale pito quien te creas, pero si no te haces para atrás y dejas de estar gritando aquí, me cae de madres que te reviento tu pinche madre!!... ¡¿cómo ves puto?!

Jajajaja, que cagado!!! Pinche viejito chingon, cierto que logro que el niño se asustara mas ante la perspectiva de ver a un viejito y a un loco agarrarse a putazos ahí mismo en el metro, pero logro su cometido, al parecer el gordo estaba loco pero no era pendejo, seguía hablando mamadas de que el viejo era del gobierno se fue para el otro extremo del vagón y en la siguiente estación se bajo, justo en la estación donde yo también me baje, y no mames, casi daba lastima, ahí se bajo con su mochila al hombro y sus tenis cochinos todo achicopalado… había fracasado rotundamente en su misión de impresionar a los pasajeros del metro, y además casi había logrado que un viejito le pusiera en su madre.

Es lo malo de estar loco en la ciudad de México, los locos han perdido su capacidad de asombrarnos, ese pinche loquito debería de irse a una ciudad mas chica, que se vaya a probar suerte al Champoton a ver si consigue amedrentar a alguien.

Por cierto, dije que odio a los locos por que son impredecibles??? Creo que ya cambie de opinión, la neta es que estos dos pinches locos hicieron mi viaje al trabajo mucho mas entretenido.

3 comentarios:

  1. No habia dejado ya comentario? O fue acaso un deja vu?

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  2. Jaja, el loco del balderas...
    Otro ejemplo de locura impredecible es la de los gamers novatos... le aplastan todos los pinches botones del control y le salen unos trucos que ni esayados o movimientos super raros jaja impredecibles...

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